lunes, 24 de octubre de 2011

Fisiopatología de la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo

La evidencia actual sugiere que multitud de factores contribuyen al desarrollo de la incontinencia urinaria de esfuerzo. La hipermovilidad uretral, la pérdida de fuerza muscular del suelo pélvico, la disminución del grosor uretral, … son todos, factores asociados al origen de este tipo de incontinencia urinaria. Sin embargo, en los últimos años, estudios desarrollados por investigadores fisioterapeutas han revelado que otro factor como la estabilidad lumbo-pélvica, podría alterar la funcionalidad del suelo pélvico y por tanto provocar también incontinencia urinaria de esfuerzo.

Grewar y col. (2008) son los primeros autores que han descrito con detalle la interacción de todos los factores implicados en el mantenimiento de la continencia urinaria teniendo en cuenta además, la estabilidad lumbo-pélvica. 

Según estos autores son dos tipos de factores, estructurales y modificables, los que podrían estar involucrados en el desencadenamiento de esta disfunción. Así, entre los factores estructurales encontramos:

  • el sistema de cierre uretral intrínseco
  • el sistema de soporte uretral
  • el sistema de estabilización lumbo-pélvica

Estos factores forman parte de la estructura anatómica básica que garantiza la continencia, son funcionalmente interdependientes y están ligados a través de un complejo sistema neuronal y conexiones fasciales. Muchas de las alteraciones en este sistema se consideran inmodificables con fisioterapia.

Los factores modificables representan factores externos que pueden alterar la función del sistema de continencia. Entre estos factores encontramos: déficits en el control motor, en el sistema músculofascial y factores conductuales.

Recomiendo a todos los que estéis interesados que leais este artículo publicado en la revista Manual Therapy del 2008.

La web del autor la hemos incluido en la sección de Webs interesantes.

martes, 18 de octubre de 2011

Suelo pélvico después del parto

Durante el embarazo el suelo pélvico está sometido a cambios hormonales y además debe soportar el incremento de peso de la madre a medida que crece el abdomen. La edad actual de la mujer gestante supera los 30 años, en la mayoría de los casos la actividad física de la mujer es reducida, el estreñimiento afecta a más de la mitad de las mujeres gestantes al igual que el dolor lumbo-pélvico. Todos estos factores favorecen que al final del embarazo el suelo pélvico no se encuentre en las mejores condiciones por lo que en muchas mujeres pueden aparecer pérdidas de orina al esfuerzo por una correcta actividad de los músculos del suelo pélvico.

El embarazo finaliza con el parto, que provoca alteraciones en las estructuras de suelo pélvico en todas las mujeres, por el estiramiento de las fibras musculares, de las fibras nerviosas, por compresiones, por desgarros, por cortes directos a través de las episiotomías... Sin embargo, no todas las mujeres van a tener síntomas de incontinencia urinaria o fecal, dependerá de la lesión que se haya producido y de la calidad de los tejidos, lo cual depende de los genes...


Existen numerosos factores que influyen en las alteraciones de suelo pélvico durante el embarazo y el parto por lo que es fundamental su cuidado y su protección durante las semanas posteriores al parto. Hay que evitar que se siga poniendo al límite esta estructura ya que durante estas semanas postparto se encuentra en proceso de regeneración. Por esta razón, hemos introducido una visita a las 24-48h después del parto, mientras las mujer está ingresada en el hospital y nuestro objetivo es dar información sobre suelo pélvico, sobre los cuidados durante la cuarentena y sobre todo las medidas de prevención.